Volver, tres semanas de ausencia. Nunca los mismos gestos, las sensaciones mágicas de las manos y los besos, los abrazos no arrepentidos, la llegada, la sala, las sonrisas, la ventana, el salón, la luz, la mesa camilla, "Ya estáis aquí".
Ordenamos el tiempo que aún no ha llegado, un calendario para las grandes citas de nuestros encuentros, el futuro que llega, y repite, la creatividad ligera y espontánea, leve, clara, la fuerza misma que se sorprende de cada trazo, los relatos de Rosa, la iniciativa de Rosario, realidades picassianas de Bienvenida, el hilo y costura de Josefita, las flores enredadas de Zapatito, los números firmes y exactos de Carmen, el jeroglífico de José, el juego relleno de María, y las formas de Curro, flores únicas, movimientos espirales para el año, los mismos y distintos: nuestro calendario.
Volver a María de la O, tararear Libre, chasquidos de Rosa en la retina, superhéroes de entusiasmo, repetimos todos aventura.
El año ha llegado, nuevo, la risa de María, los besos de Rocío, los pasos de Rosario, ... antes de ser distintas, las cosas no cambiaban, ahora lo hacen.
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